Los gestores políticos, los sindicatos y los partidos (la “fina linea” que los separa)

La eterna pregunta ¿fue antes la gallina o el huevo?, en algunos casos tiene respuesta.
El 14 de agosto de 1888 se constituye la Unión General de Trabajadores, mientras que el Partido Socialista Obrero Español lo hizo el 2 de mayo de 1879. Queda claro cual fue constituido antes, aunque, en sus inicios, la importancia social conseguida por la UGT fue mayor y hasta principios del siglo XX el PSOE no tuvo representación parlamentaria.
En aquellos orígenes, cuando aún se podía hablar de ideologías, ambas organizaciones compartían gran parte de sus objetivos, cada una en su ámbito.
La fundación del Partido Popular se produce en el año 1989 (110 años después) y como resultado de modificaciones de diversas agrupaciones cuyo origen fue Alianza Popular (constituida en 1976 por exministros del franquismo). En ningún momento ha habido pronunciamiento de sindicato alguno hacia estos partidos (al menos que se sepa).
Esos son los orígenes. La situación actual es distinta. CCOO, sindicato mayoritario de ámbito estatal comparte su hegemonía con UGT y ambas organizaciones colaboran, en la defensa de los trabajadores, con ideología similar aunque puesta en práctica de diferente modo.
Al margen han surgido otras organizaciones sindicales, con objetivos distintos y las mas de las veces con el intento de defender intereses concretos de grupos de trabajadores y no del conjunto. Esa forma de actuar no les quita legitimación aunque si hace que su visión de la problemática laboral sea parcial. Se ciñen a sus afiliados, grupos interesados en reivindicaciones propias, que en pocas ocasiones llegan a coincidir con los intereses colectivos.
Un caso concreto puede ser el sindicato USO, fundada en los años 50 en núcleos cristianos obreros, cuya área de actuación se centra en los empleados públicos.
Esa puede ser, muy resumida, la situación de los sindicatos respecto de los partidos políticos con los que pueden compartir objetivos o ideologías.
Analizar las situaciones concretas de actuación de las organizaciones sindicales en su nivel inferior (la empresa) puede dar como resultado múltiples casuísticas. No faltan empresas en las que se alcanzan “acuerdos” mas allá de lo convenialmente correcto con alguno de los dos sindicatos mayoritarios.
No obstante, favorecer la implantación de un sindicato, con el objetivo de su control, por parte del empresario tiene otro nombre y otro, muy distinto, tratamiento.
Cuando en una empresa pública se fomenta la afiliación a un determinado sindicato con el único argumento de “si me quieres dímelo”. Cuando los miembros gestores de ese sindicato son los mas favorecidos por el gestor de turno de la empresa pública. Cuando el mas mínimo desencuentro se convierte en una constante persecución y derribo. ¿Que palabras utilizar para definir esa situación? Y sobre todo, cuando se pretende utilizar la representatividad, conseguida de esa forma, para imponer sus criterios parciales inducidos por el gestor de la empresa: ¿como cabe actuar para restaurar el orden sociolaboral, la legitimidad y otros valores inherentes a cualquier organización sindical que se precie?
Difícilmente. Porque aceptar que esa situación se está produciendo, supone un esfuerzo por parte de esos representantes sociales, mas allá de lo que son capaces de entender. Como ya he comentado en otras ocasiones y el sentido común nos dicta, para actuar de forma distinta hay que ser conscientes de que se hace mal, y capaces de aplicar la objetividad necesaria para modificar la conducta. De otro modo solo queda el autoconvencimiento. Y creedlo todos, que no sólo es cierto sino además verídico: que hay personas capaces de autoconvencerse de cualquier cosa como de que son independientes, de que defienden a sus compañeros, de que son los únicos que entienden la situación social (como aquel del paso cambiado en el desfile: mi hijo es el único que lleva bien el paso), de que ....... ¿Para que insistir más, si el que no escucha no va a oír nada?
Solo apuntar que no es malo que un partido y un sindicato tengan ideologías similares pero que nadie pierda los papeles, cada uno con sus objetivos diferenciados.
La historia debe enseñarnos (y nosotros aprender de ella) cuando nos cuenta que las huelgas generales mas importantes se produjeron curiosamente con gobierno socialista y lógicamente organizadas por los sindicatos mayoritarios de tendencia... “socialista”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

no soy cristiano, pero todos tenemos alma. Pocos, que solo los santos se salvan, pueden decir que no se la hallan vendido o alquilado al jefe de turno alguna vez. Yo estoy muy contento porque vuelvo de pagar el reembolso en el monte de piedad, y he recuperado la mia.

El convenio es el que tiene que poner ciertos limites. No solo se trata de consolidar unos derechos, o de no desorientarse con la politica de contenidos de la tele, o del uso de los recursos tecnicos y humanos.

Porque si no fuese por la ley de creacion y los presupuestos de la generalitat, sin olvidar el gusto que nos dan los intereses de los creditos que nos permiten seguir gastando, si no fuese por todo esto, habriamos cerrado la paraeta. Que digo, no hubiese existido nunca RTVV.

Lo que nos tiene que preocupar es que la gente nos vea mas, que nuestros programas sean mas y mejores, que produzcamos mas programas, que sepamos entender lo que necesita nuestro publico. Este es el dicurso realista, el de supervivencia en el nuevo marco audiovisual de TDT e Internet.

Que, para mas inri, semos valencianos con un mercado de 5 millones, de los cuales que entiendan el valenciano no son todos, ni mucho menos. Por eso deberiamos procurar de ser mas competitivos, estar en mas televisores, lavar nuestra deteriorada imagen de marca, cambiar en definitiva algunos ordenes de prioridades.

Pero para tener audiencia hay que centrarse en tener un pulico que nos quiera, no que no quiera ni vernos por todo lo malo que ha oido sobre Canal 9. Por eso la unica solucion es centrar nuestras prioridades para demostrarle a nuestro publico que nuestra television es lo mas interesante que echan hoy.

Es terrible que siempre tengamos estos pollos dentro y futrevivir aqui en medio del fuego cruzado de unos y otros, si no puede crecer profesionamente, si no puede hacer su trabajo con orgullo y motivacion, entonces intenta abstraerse, pasar el trago de cada dia sin ahogarse. Hasta que se ahoge, o se vaya colorando del gris del hormigon.

Todas las teles publicas son iguales en esto. Pero si no se fomenta la produccion interna en TVV dejaremos de existir a medio plazo. Y para eso hay que cambiar las prioridades de gestion. Sin eso no habra audiencia. Deberiamos consolidar una programacion de servicio publico y ofrecer nuestra mejor imagen. E intentar que sea verdad eso de la television de proximidad.