Jubilaciones ?

Viendo una película sobre un equipo de fútbol de los años setenta, reflexiono sobre como han evolucionado las personas con el transcurso del tiempo.
Los jóvenes de aquella época nos parecen viejos ahora. Supongo que no porque entonces no fuesen jóvenes. La evolución darwiniana no opera cambios en tan breve plazo. Los cambios son meramente de apariencia, pero haberlos haylos.
Y fijándome en los “viejos” de esa época parecen mas viejos que los de hoy. Tal vez aquí haya que añadir que de entonces a ahora la esperanza de vida ha crecido. Pero esa apreciación opera en sentido contrario a lo planteado con los jóvenes. Porque nos dice que los viejos de ahora son mas viejos que los de hace cuarenta años.
Tanto embrollo para concluir que un señor o una señora de 65 años hoy parece mas joven que hace 40 años pero sigue teniendo 65 años. Su organismo sigue teniendo la misma edad, los mismos problemas (aunque paliados, que no eliminados, por la evolución no darwiniana en este caso sino de la medicina y de la tecnología).
Si hace 40 años (lamento tanta repetición de cifras) esa persona con 65 años se merecía acceder a la jubilación era por una causa objetiva que hoy persiste: sus condiciones físicas, su edad.
Las circunstancias sociales cambian, y de hecho en nuestro país han cambiado mucho.
Nuestros gobernantes, intentan adaptarse a esos cambios sociales porque la adaptación es necesaria para progresar.
Pero los cambios han de estar soportados por análisis de las situaciones, análisis completos que no se limiten a aplicar medidas concretas sin evaluar el conjunto de la situación.
La edad de incorporación al trabajo ha subido de los 14 años de aquella época a los 16 de ahora y probablemente los 18 de un futuro no lejano.
Los motivos de esa evolución son de carácter formativo. Los puestos de trabajo precisan hoy mas cualificación que antes. Pero la realidad es que hoy la incorporación real al trabajo no se produce, a pesar de estar formados, ni a los 16 ni a los 18 sino mucho mas tarde. La causa no es otra que los niveles coyunturales de desempleo.
Muchos se han preguntado si el trabajo se ha convertido en un “mal” escaso. Y la respuesta puede ser que desgraciadamente si. Y si es así, escaso, es porque nuestros gobernantes, nuestros empresarios y quienes en definitiva tienen una responsabilidad dentro de las estructuras sociales, no han tomado las medidas adecuadas para que sea menos escaso. Pero la realidad no es otra.
Quienes han pensado que la solución al problema de los costes de las jubilaciones pasa por evitarlas elevando la edad de jubilación no han tenido en cuenta la escasez del trabajo. No han tenido en cuenta las consecuencias sociales en los sectores mas jóvenes de la población. No han tenido en cuenta que el resultado de esas consecuencias se va a trasladar a los mayores. En fin, han dejado demasiadas variables fuera del análisis cuyas consecuencias serán imprevisibles.
De momento se pueden apuntar algunas evidentes: aumento del desempleo (juvenil, el mas castigado), aumento de las cargas de las familias que tienen jóvenes en esas edades, perdida de competitividad por la no incorporación a las plantillas de personal (jóvenes) mas cualificado, y así un sin fin de posibles repercusiones y ninguna de ellas positiva.
En resumen, no han tenido en cuenta el calado de la medida en el conjunto de la estructura social.
Esta reflexión no llegará seguramente a ninguno de los que se encuentren en posición de tenerla en cuenta a la hora de adoptar medidas sociales, pero aquí queda.