Los medios de comunicación (como esta casa de locos)

Querido anónimo (querido, en sentido no retorico porque mereces mi estima y aprecio por esforzarte en comentar alguna de mis palabras o palabros).
Me alegra que cada uno y, especialmente tu, encuentre su alma. Perdida en divagaciones en muchas ocasiones, oculta entre nuestros miedos y temores en otros casos o simplemente olvidada en algún rincón que no queremos recordar.
Como se intuye, a lo largo de lo publicado, la Cultura (con mayúscula intencionada) es para mi la base del desarrollo, de todos los desarrollos. Y de todos porque es la base del crecimiento de la persona, del conocimiento de uno mismo, del conocimiento de los demás y de la progresión personal.
Hay quienes, por su capacidad, pueden absorber cultura con criterio propio suficiente, adquirido por la experiencia (yo entiendo que la experiencia se consigue con la reflexión sobre los hechos, no por acumulación de los mismos sobre el individuo) y llegar por esa vía a la capacidad de discernir con objetividad frente a una situación.
Pero todos no pertenecemos a esa clase privilegiada (si así se puede considerar) por lo que nos dejamos guiar por los prescriptores y es aquí donde me atrevo (con cautela y respeto) a entrar en el meollo de tu discurso.
Los mayores prescriptores de la sociedad actual, se encuentran en los medios de comunicación, y entre ellos el de mas capacidad comunicativa, la televisión. Una televisión que está llegando a la saturación de contenidos, a la rutina de programaciones y a la absurda uniformidad de los temas tratados. La única diferencia palpable es la forma y la intención al comentar una determinada noticia, según el color de la cadena en pantalla.
Hace ya algún tiempo, mantuve una conversación sobre el futuro de la televisión. Dentro de un planteamiento de posibilidades técnicas limitadas cabían dos alternativas: incremento de la calidad de la imagen (alta resolución) o incremento del número de imágenes (mas cadenas disponibles). En su momento se optó por esa segunda opción sin considerar que una emisión precisa de contenidos y la consecuencia la sufrimos: si no fuese por la invención del mando a distancia las mas de las veces no encenderíamos el televisor. Ya no “vemos la tele”, saltamos como corzos de una cadena a otra “mirando” lo que aparece.
Cualquier momento es bueno para replantearse los proyectos y, como planteas, una televisión autonómica debe ser una televisión de proximidad, con esquemas que sirvan para expandir la cultura propia (y la ajena), con contenidos no mediatizados por el color del gestor de turno, con profesionales a los que se les permita desarrollar su profesionalidad y, sobre todo, con un condicionante, casi olvidado, que el objetivo de la emisión es un público compuesto de personas ávidas de buenos contenidos, mejores y veraces informaciones ..... calidad.
Convertir los objetivos de una cadena autonómica en las retransmisiones de festejos y sucesos deportivos locales, apoyándose en el sesgo de la información y en la rentabilidad política, sólo tiene el futuro que el político de turno quiera estimar. Pero no dejará de ser un engaño hacia las personas que económicamente la están manteniendo en pie. Personas, público que hay que recuperar a toda costa (no vale el argumento de la cantidad de canales disponibles para el usuario).
Y esa recuperación pasa necesariamente por el aprovechamiento de los profesionales, por el aprovechamiento de esos recursos (que los hay), por la planificación y por ir olvidando como objetivo los favores a productoras externas, cuyo sentido del trabajo no tiene nada que ver con el que se puede instaurar en cada uno de los que están dentro de la empresa.
Hasta pronto querido anónimo, no sin antes agradecerte el tedioso trabajo (es broma) de analizar tu comentario que me ha llevado a escribir lo precedente, que espero que a alguien mas le sirva, al menos como ejercicio de reflexión.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Uy! qué interesante. Así a lo pronto se me ha ocurrido esto. Da la coincidencia que se divide en siete puntos: Ole! creo que es el primer decálogo de este blog. Como lo he escrito a toda leche seguro que contiene un montón de barbaridades, espero que no se lo tengan en cuenta a una persona 'solutamente anónima: ufff!!!!

1. la imagen de marca que identifique con la proximidad y calidad de los contenidos

2. que los contenidos de las producciones reafirmen esta idea de marca

3. cambio de planteamiento: menos es más.

4. desarrollar las sinergias internas: desarrollar una cultura del debate interno centrada en objetivos prácticos en el marco de la competencia audiovisual.

5. competir con una visión universalista de la cultura; valencia no es ni un faro ni el polo de nada; no es el centro de nada.

6. La comunitat (especialmente alicante) es una de las regiones más diversas de España; tenemos la posibilidad de dirigirnos a todo ese público; en un escenario de diversas culturas que viven al abrigo de la valenciana.

7. Estamos construyendo el mañana: somos los prescriptores institucionalizados, y nuestro público son todos los que pagan esto con sus impuestos: en ningun caso podemos ser el cortijo ni de una "ideología" política o cultural; nos devemos a todos.

8. Somos un medio perfecto para mantener viva la lengua valenciana: no solo mediante el uso "vehicular" - que tantas veces se aplica para alcanzar unos porcentajes de uso pactados, y que son falsos -, tambien enseñando: ¿Acaso hemos producido alguna vez un curso de valenciano, algun programa pensado para acercarle la lengua a quien no la hable? Más que el número de horas en valenciano me preocupa que se hable más y mejor: la calidad -qué subjetivo parece esto- y diversidad de los contenidos ofrecidos en valenciano. Lo importante no será emitir más horas en valenciano, será ayudar a que se hable, en la calle, más y mejor.

9. Una televisión "institucional" debe estar presente en otros muchos ámbitos: el canal internacional, internet, el nuevo canal de noticias, un segundo canal más cultural -sin ser la escusa de la ley de creación- , en las escuelas con los convenios de la generalidad, en los cines con las coproducciones, en las pantallas de otros canales - venta o coproducción -, en los teléfonos ... (se ha dicho que lo que más cohesionó España fué El Corte Inglés y RTVE). Sin despiegue técnico no cumpliremos el principal objetivo de la ley de creación: debemos estar presentes y ser partícipes en la sociedad; pero siempre desde el compromiso y la responsabilidad: estamos al servicio de (léase entre líneas).

10. trasmitir una imagen positiva, ser conscientes de que el pensamiento es creativo. Que las enfermedades no solo se psicosomatizan en los cuerpos de las personas; también en los cuerpos sociales. Seamos pues positivos, e intentemos ser capaces de, ver el punto primero de este decálogo, transmitir dentro y fuera confianza al menos en nosotros mismos como trabajadores: transmitamos una imagen de calidad.

Anónimo dijo...

perdón... 10 puntos (que mál estoy)