La busqueda (en esta casa de locos RTVV)

Antes de destruida Sodoma, Abraham intervino ante Dios argumentando que una decena de justos justificaría su salvación: “No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez” pero no consiguió reunir ni esa decena.
Sin ser Abraham voy buscando, en esta casa de locos, y en alguna esquina voy encontrando, ayer uno, otro hoy y tal vez mañana alguno mas. Llegar a la decena es mi objetivo, para justificar que no todo está perdido, para pensar que hay soluciones en esta casa de locos.
Ayer saludé a alguien que tras ser aplastado por la casa, ha superado, espero fervientemente que con éxito, su miedo, su angustia y desasosiego, recuperando su empeñada alma. Y va...uno. Uno que esta intentando superar su degradación, recuperar su profesionalidad (no perdida sino escondida) y sobre todo su confianza en si mismo. Poco a poco irá progresando en su tarea hasta llegar a ser uno de los buscados, uno de los justos.
Ya de tarde, sin esperarlo surgió desde mi ignorancia y su sufrimiento otra persona. Perdida, cansada, agitada y débil, pero con la fuerza del luchador que teniendo el cuerpo lleno de heridas lanza a gritos su divisa para atacar (desde la justicia que ha de otorgarse al justo) la injusticia que ha venido padeciendo en silencio, veladamente.
Pasa el tiempo y no aparecen mas. Haciendo memoria hay uno, desaparecido y reaparecido, que ha encontrado la fuerza para seguir aquí a través del empuje que encontró en su familia. Justo es su reconocimiento. Y van tres...
Quede claro, para quien siga estas lineas que no pretendo concluir que sólo aquellos cuyo sufrimiento ha sido evidente serían los que se salven, no hay mártires en esta historia.
En mi esfuerzo por la objetividad en la selección de los elegidos incluyo a alguien que a pesar del paso del tiempo, del mal hacer que ha encontrado a su alrededor, ha sabido proteger a un grupo de personas y conducirlas racionalmente, con equidad y justicia. Van cuatro....
Me quedo sin ideas y sin recuerdos, y a pesar de ello sigo buscando a quien sea digno de ser justo.
Desgrano los perfiles, los actos, las palabras, las intenciones, para encontrar mas justos, alguno (sin quererlo) se escapa. Cuando giro la cabeza veo a los triunfadores, a los que consiguen sus propósitos, a los que “todo” les sale bien porque su sabiduría es “infinita” y no comenten errores. Pero arañando en su cascarón observo que todo lo que han conseguido ha sido a base de mentiras, de engaños, de manipulaciones, de adueñarse del trabajo de otros y eso no es justo ni ellos tampoco son justos. Siguen cuatro ...... estamos en cuadro.
Tal vez mi esfuerzo no se verá recompensado, me estoy dando por vencido, ganado por la situación que atraviesa esta casa de locos.
Entran en mi mente dos personas que han “defendido” a sus compañeros con tesón, firmeza y justicia durante largo tiempo, sin interés personal. Sean considerados tambien ellos justos. Y van seis..... pero seguimos en cuadro.
Me doy por vencido no son suficientes y el momento llega. En silencio, con sufrimiento para todos, justos y pecadores, el final se avecina. La casa de locos quedará convertida en sombras. Apenas seis destellos de los justos que se confunden en la inmensidad de la sombra.
Esta es la “foto” del momento, un momento repetible indefinidamnete si no somos capaces de ir añadiendo justos a esta lista incierta y subjetiva.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que te pasaque ya no me escribes...

disfruta de tus vacas